El equipo de Houser & Houser se ha mudado de oficina para trabajar directamente desde casa. La verdad, es un escenario que no nos hubiéramos planteado hace dos meses, pero la seguridad es lo primero. Como todos sabéis – y también lo hemos comentado en otros posts – estamos en cuarentena a causa del Coronavirus.
La agencia, por suerte, tiene unos jefes que se disfrazan a diario de millennials y estábamos preparados para asumir el teletrabajo sin muchas complicaciones. De hecho, tratamos de tomarnos esta situación con positividad.
Aunque nos hayamos leído varios post sobre el teletrabajo, la realidad siempre dista de la teoría. Cuando estás confinado en casa nadie te avisa del dolor de cabeza, de los malabares que tienes que hacer con tus hijos, o de lo extraño que es vivir en unos pocos metros cuadrados. Es por ello que nos acogemos a la filosofía creativa, empezando por adaptar el entorno de trabajo y crear rutinas. Eso sí, no nos olvidemos de los inicios de Houser & Houser (spoiler: no empezó en un garaje, pero casi): la agencia se fundó y funcionó durante tres años en una casa, por lo que sabemos mejor que nadie qué es el teletrabajo; lo llevamos en el ADN.
Lo fundamental en tiempos de teletrabajo es la comunicación: estar cerca sin estarlo. Enviar un meme, preguntar cómo está el otro o compartir qué tienes para comer son pequeños detalles que hacen más sencillo el día a día. Hoy en día existen muchas herramientas que permiten estar conectados con personas que no tienes al lado; en nuestro caso empleamos Google Hangouts tanto para conversaciones escritas como para videollamadas, Google Drive para trabajo simultáneo e infinitos hilos de correos electrónicos que casi parecen reuniones cara a cara. Lo curioso es que, cuando estamos en nuestra oficina, muchas de estas rutinas se mantienen. Poniéndonos algo emocionales, ¡la cuarentena es mucho más fácil de llevar con un equipo así!.
Y, finalizando, es importante hacer sentir a los clientes que estás ahí, disponible y listo para la acción. Para que eso se acontezca primero se debe tener una estructura interna fuerte y bien conectada, además de dejar fluir la imaginación para hallar propuestas y soluciones originales para los clientes y la propia empresa. Tal y como comentamos en otro de nuestros post: Tiempos de Coronavirus, tiempos creativos.