Es inevitable dejarse llevar por este denso estado anímico derivado del confinamiento, las pocas horas de sol y el caos generalizado que ha desatado el Coronavirus. Aún así, en Houser & Houser – como hemos predicado siempre – tratamos de sacar la parte positiva para mantenernos a flote y seguir ofreciendo un servicio de calidad en la distancia.
A la hora de escribir este post nos hemos hecho la típica pregunta que todos solemos hacer cuando tenemos noticias buenas y negativas: ¿por dónde empezamos? En la agencia somos partidarios de poner las cartas sobre la mesa.
Una de esas cartas es la realidad: la economía se ha visto resentida y muchas empresas han tenido que recortar gastos, cerrar temporalmente o replantearse su estructura. Desafortunadamente, en este proceso, los caminos entre algún cliente y nosotros se han separado. La puerta queda abierta para si, una vez resuelta la situación actual, decide seguir confiando en nosotros.
Sin embargo, como fénix que resurge entre sus cenizas, hemos intentado reinventarnos y buscar nuevos servicios que ofrecer. Gracias a este ejercicio de reflexión – que ha constituido un gran trabajo en grupo – hemos ganado cuentas y proyectos, además de plantear nuevas maneras de cooperar con nuestros clientes. Al fin y al cabo, es momento de mostrarse cercanos los unos a los otros; no solo en el ámbito personal, también en el profesional.
Por ejemplo, hemos recibido cartas y comunicados de clientes anunciando retrasos en sus condiciones de pago, incluso en trabajos ya entregados mucho antes de que saltara la crisis. Nuestra manera de contribuir a que eso no sea una debacle todavía mayor ha sido seguir haciendo nuestros pagos en los plazos que tenemos establecidos, que ya de por sí, son cortos. Así pues, nuestros proveedores tienen nuestras facturas pagadas en el tiempo acordado. No retrasar los pagos es la sencilla y eficaz herramienta para salir de esta crisis lo antes y lo mejor posible.
Los Housers pre-Coronavirus, veremos cómo será el post…
Mencionar el trabajo en grupo lleva a comentar el equipo humano que hace que Houser & Houser sea el tipo de agencia que es. La crisis del Cornavirus nos ha (en cierto modo) obligado a analizar toda la estructura de la empresa, hasta sus mismos cimientos. Queremos comunicar que no hemos tenido que realizar ningún ERTE o reducción de jornada. Y no solo eso, sino que hemos ampliado nuestra plantilla dando la bienvenida a tres nuevos trabajadores para dar respuesta al creciente volumen de trabajo. Podría sonar pretencioso, pero en la situación actual nos resulta motivo de orgullo poder mantenernos más que a flote.
Eso sí, siempre atentos al horizonte. Afirmar que el país se encuentra a la deriva puede ser tildado de dramático, pero no deja de ser cierto; la incertidumbre se respira en muchos aspectos de nuestras vidas. De momento hemos superado el primer temporal, lo cual es, por descontado, una buena noticia.
Y, entretanto, aquí seguiremos: navegando en estas aguas desconocidas. Sin duda, es uno de los mayores retos que hemos afrontado, pero salir reforzados es nuestro objetivo principal.