Lo más visible que deja hasta ahora el coronavirus es, sin duda, el impacto negativo en la salud de los españoles, las vidas que se han perdido, la ocupación del sistema sanitario al 300% y la economía del país entrando en una crisis, quizá, más compleja que la de 2008.
Como toda crisis, la resiliencia de las personas y de las empresas se convierte en el motor que el país necesita para levantarse y la gran plataforma para que esto suceda es internet: según el último informe de Omtimo Trends, en España el incremento de su uso está por encima del 40% y la curva está en constante crecimiento.
Y es que hoy las prioridades son distintas: a un lado quedan el shopping, la moda, el turismo, los viajes, los conciertos, el cine y demás actividades cotidianas para darles paso a otras como el ocio en casa, los juegos familiares y el ejercicio a través de Youtube. Y esta nueva realidad se potencia a través del ecommerce; las empresas hoy se ven obligadas a reinventarse, incluso hasta el punto de repensar sus modelos de negocio.
Así las cosas, hoy más que nunca se valora el hecho de que España cuente con la primera red de fibra óptica de Europa y la tercera en el mundo, de manera que pueda seguir soportando la avalancha. Y es que no solo el consumo de redes IP se ha incrementado el 40%, también el de voz ha crecido un 50% y los datos móviles, un 25%. Y claro, WhatsApp hoy, como nunca, es usado cinco veces más.
Y entonces llegan los regalos (y las promociones) de los operadores para que la vida siga ocurriendo en la red, los restaurantes activan sus servicios a domicilio – que quizá antes no tenían-, y la compra de productos para el bricolaje y para hacer ejercicio en casa se dispara. Incluso, en muchos casos, la oferta supera la demanda y cuesta comprar hasta una simple colchoneta para hacer ejercicio.
A propósito de utilizar los recursos que la red ofrece, este artículo puede generar algunas buenas ideas para las empresas que comienzan a repensar su camino: Tiempos de coronavirus, tiempos creativos.
Los retos del ecommerce
Según la Organización Empresarial de Logística y Transporte, el comercio electrónico de nuestro país ha crecido 12,5% debido a este cambio de prioridades. Y es que hoy las empresas están leyendo otra realidad que se evidencia, por ejemplo, al hacer un ejercicio simple de búsqueda en Google Trends, para entender qué necesita la gente por estos días. Y entonces aparecen tendencias como “compra de mascarillas” “arte en casa” y “planes en casa”, “manualidades” o “comida a domicilio”, entre otras, que activan la creatividad de los empresarios y generan retos para el futuro.
Carrefour, por ejemplo, tiene lista de espera para ingresar a su tienda online y habla de plazos hasta de 10 días para la entrega de los alimentos, mientras que Mercadona, en algunos sectores, cerró sus pedidos a través del sitio web por la alta demanda. Amazon, por su parte, advierte plazos de entrega de varias semanas de productos históricamente fáciles de conseguir y la App financiera Bizum elevó su número de clientes corporativos 24% gracias al comercio electrónico.
Este panorama advierte retos para estas compañías y para el mismo Gobierno, pues el incremento del ecommerce genera, automáticamente, la necesidad de pensar en soluciones de producción y distribución. Por ahora, es tiempo de continuar este camino de reinvención, de seguir planeando actividades en casa y de hacer todo lo necesario para prepararnos para el futuro… y para el presente.