La palabra ciberataque echa a temblar a cualquiera (exceptuando a los hackers, a los cuales les debe producir sensaciones opuestas) y no es para menos. Compañías de todo tipo han sufrido sus efectos, provocando importantes daños e incluso tener que cerrar la persiana de forma inesperada.
Estos ataques nos afectan directamente cuando suceden a un cliente nuestro, ya que en muchas ocasiones hemos sido los responsables de realizar su web. Pero ¿quién es el responsable de ese ciberataque? ¿Nuestro cliente? ¿Nosotros? Pues ni uno ni el otro, el responsable es el hacker de turno.
Utilicemos un símil más conocido para entenderlo. Si mañana te compras un coche y al cabo de medio año un ladrón fuerza la cerradura con un sistema novedoso o parte un cristal y te roba el coche, no irás al concesionario a pedir explicaciones ni tampoco te autoculparás de lo sucedido. El único culpable es el ladrón y tu única esperanza es contactar con la policía para ver si les apetece investigar.
Con las webs pasa lo mismo, cuando se programan están a prueba de ataques, pero si en un futuro un hacker encuentra una manera de corromperlas nadie puede responder por ello, tampoco quien se encargó de realizarla, a no ser que se tenga contratado un mantenimiento periódico que incluya la protección contra estos ataques.
El riesgo, aunque bajo, está siempre latente. No hay una protección que garantice al 100% la seguridad de ningún site, y si existiera sería infinitamente cara. Sin embargo, es responsabilidad de cada uno tratar de extremar las precauciones para evitar esos ataques, o contratar a alguien para que lo haga. En Houser & Houser está fuera de nuestro alcance el poder garantizar al 100% la seguridad de ninguna web, es por eso que no ofrecemos el servicio de mantenimiento web.
Sin embargo, desde Houser & Houser, sí os queremos ofrecer nuestros consejos para evitar situaciones indeseadas. Son medidas sencillas de tomar que reducirán el riesgo en relación a posibles ataques:
- – Mantener actualizados los templates y los plugins
- – Tener contraseñas seguras (largas, con carácteres especiales, números, mayúsculas y minúsculas)
- – Cambiar periódicamente las contraseñas
- – Realizar copias de seguridad de la web periódicamente
Si queréis que os ayudemos con alguna de las anteriores acciones, no dudéis en contactarnos. En cuestión de ataques a páginas web es mucho mejor prevenir que curar.