Recuerdo cuando era un chavalín y escuchaba en algún antro el temazo de Bruce I’m Going Down. La música me encanta pero la letra muestra al pobre Boss un poco tocado. Unos cuantos años más tarde me he dado cuenta que la clave para ir “up” y no “down” es tener el equipo ideal, dejar de pensar en “I” y pasar a pensar en “We”.
Y esa creo que es la clave de Houser & Houser, a día de hoy mucho más que una patillera traducción de Casas & Casero. Un equipo bien cohesionado, bien balanceado y bien motivado para, 6 años después del inicio de esta aventura, conseguir una vez más superar el ejercicio anterior. Todos nosotros somos los responsables.
Tenemos a día de alrededor de una veintena de clientes fijos que permiten mantener la estructura de la empresa muy sólida, a los que añadimos cada mes algunos puntuales más para acabar de redondear los números. Algunos de ellos nos aguantan prácticamente desde el primer día en que abrimos la persiana, cosa que demuestra que nuestra manera de trabajar gusta en general.
Y para el año que viene, siempre desde la humildad, las previsiones son buenas. Pero también es cierto que vivimos el presente y no nos gusta soñar con lo que puede pasar en el futuro, que depende de demasiadas variables como para fiarse de él. Nosotros día a día hacemos nuestro trabajo lo mejor que sabemos, esa es nuestra garantía y la prueba de que hasta hoy no nos ha ido mal del todo.
Nos ha salido este un artículo un poco autopromocional, pero también hay que tener en cuenta que este es nuestro blog así que por un día esperamos se nos permita. Además si por casualidad nos lee algún inversor o business angel o Mr. Bitcoin, hay que ponerle las cosas fáciles: llámenos y podemos hablar de negocios. 6 años hacia arriba. El futuro de Houser & Houser es incierto, pero ya menos que jugar a la ruleta.